Cómo crear una mejor cultura de brainstorming en tu startup
El brainstorming, o intercambio de ideas en busca de una solución nueva e innovadora a un problema, es integral para cualquier empresa en crecimiento. También es un hábito importante para formarse como empresa.
Los empleados que se sienten libres de aportar ideas son empleados que sienten que su trabajo es importante. Pueden ver el panorama general y es probable que se queden. Pero a menos que su empresa realice una lluvia de ideas de la manera correcta, no obtendrá los resultados que busca.
La lluvia de ideas es importante, pero no siempre es eficaz
El concepto de «brainstorming» existe desde los años 30. Pero fue en un libro de 1953, titulado Applied Imagination, donde el brainstorming quedó finalmente expuesto como una teoría viable. Muchas de las ideas introducidas aquí se han adaptado a las empresas de hoy en día.
Sin embargo, las sesiones de brainstorming no siempre son eficaces.
Yale comenzó a estudiar el brainstorming hace décadas. En un primer análisis, descubrieron que el pensamiento en grupo era uniformemente inferior al trabajo y los pensamientos que podía cocinar un individuo. Estas conclusiones no cambiaron con el paso del tiempo. Las generaciones posteriores de individuos seguían teniendo mejores ideas que cuando trabajaban en grupo, y nadie sabía muy bien por qué.
Lo que los investigadores descubrieron es que las personas tendían a «quedarse quietas» en entornos de grupo, confiando en los esfuerzos de los demás en lugar de aplicarlos ellos mismos. Esto tendía a lastrar también a los que tenían mejor rendimiento, que tendían a ofrecer menos ideas si se daban cuenta de que habían estado ofreciendo más que los miembros de su equipo. Por tanto, los pensadores naturalmente prolíficos sucumbían a la autocensura. La ansiedad también influyó, ya que los individuos cohibidos no tenían la confianza necesaria para presentar incluso sus mejores ideas en un entorno como éste.
La cuestión se complicaba aún más si en este tipo de sesiones había un supuesto «experto». Estos individuos tenían un efecto uniformemente intimidatorio sobre sus compañeros de equipo, y los hacían callar aún más. Los grupos de control a los que no se les dijo nada sobre la experiencia relativa de los miembros individuales del equipo fueron los que obtuvieron mejores resultados en estos estudios de Yale.
El «bloqueo de la producción» tuvo otros efectos adversos en las personas que trabajaban en grupo. Como dos personas podían explicarse razonablemente a la vez, la gente tenía que esperar su turno, incluso si tenía una gran idea. Muchas personas olvidaban sus ideas, o las rebajaban con el tiempo, mientras escuchaban y ponían en práctica los conceptos de otras personas. Los grupos también se obsesionaron con ciertos tipos de soluciones. Poco a poco, las nuevas ideas se fueron pareciendo cada vez más entre sí, incluso cuando otras soluciones válidas de otro tipo seguían siendo accesibles mentalmente, al menos en teoría.
Una mejor lluvia de ideas
Afortunadamente, hay una forma mejor de hacer una lluvia de ideas.
1. Comenzar con el tiempo individual
La lluvia de ideas funciona mejor cuando las personas hacen primero su propio trabajo. Llevar una lista de las mejores ideas, preparada de antemano, hace que la lluvia de ideas en grupo sea más eficaz. También da tiempo a que las ideas se incuben inconscientemente entre los momentos individuales y los grupales. Al hacer hincapié en el poder cognitivo del individuo, y luego llevar las ideas al grupo para su discusión y debate, los investigadores descubrieron que se puede alcanzar el verdadero poder del grupo.
Las ideas mueren en comité, pero si se las deja crecer en la mente individual, el comité puede volver a ser grande.
2. No elimine la crítica y el debate
En contra de la intención original del creador del brainstorming, la investigación ha descubierto lo contrario. Un estudio concluyó que los debates eficaces estimulan la creatividad. Al analizar los pros y los contras de un asunto, los grupos de brainstorming a los que se les permite debatir se ven abocados a oportunidades para resolver mejor los problemas, combinando y mejorando las partes que pueden influir en la dirección del asunto en cuestión.
3. Obtener conocimientos sobre los problemas reales y las tendencias actuales
Las mejores prácticas y tendencias más recientes son de gran valor para las sesiones de brainstorming. Los últimos avances y actualizaciones pueden añadir valor a las ideas que se están discutiendo; algo que merece la pena debatir y que puede cambiar el curso del desarrollo de las ideas.
Para llevar
El camino de los emprendedores es un camino oscuro y turbio. Hay muchas incertidumbres y bloqueos, lo que significa que hay que tomar decisiones críticas. Aprovechar la visión de los miembros de tu equipo mediante sesiones de brainstorming puede descubrir las mejores soluciones para avanzar.
Como fundador/director general, tu trabajo es facilitar y dirigir las sesiones en la dirección más adecuada para tu startup, ya que las sesiones de brainstorming pueden ser cruciales para el éxito de tu startup.