Consejos para minimizar la curva de aprendizaje de una startup
Como nuevo fundador, puedo dar fe de que poner en marcha una nueva empresa no es nada fácil. Películas y programas de televisión como «La red social» y «Betas» dan glamour a la vida de las startups, pero hay una importante curva de aprendizaje, por muy preparado que estés.
Entre el desarrollo del concepto de nuestra aplicación y la consecución de la financiación, aprendí varias lecciones valiosas que cualquier propietario de un nuevo negocio puede aplicar para que la curva de aprendizaje sea un poco menos empinada.
1. Defina su mercado
El primer paso para iniciar un nuevo negocio debe ser informarse sobre su sector. La Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. es un buen lugar para empezar a calibrar el tamaño de su mercado. Otro buen truco es buscar infografías relacionadas con su sector. Es posible que descubra cifras recientes incrustadas en los gráficos, así como las fuentes que los creadores utilizaron para encontrar esas cifras.
2. Personalice su discurso
Si no has cristalizado la idea de tu startup y tu plan de negocio en una presentación sucinta, es el momento de empezar a trabajar en tus pitch decks. Las presentaciones son similares a los vídeos de 10 minutos sin movimiento: Tienen que contar una historia convincente, o la gente cambiará de canal.
Es una buena idea crear dos barajas: una para posibles inversores y otra para posibles socios y otras personas que no sean inversores. La presentación para inversores debe incluir detalles clave sobre la estrategia empresarial, mientras que la presentación para socios debe funcionar más como una pieza de marketing. (Incluye todas las razones por las que vas a tener éxito sin divulgar exactamente cómo piensas hacerlo).
Reserva un tiempo al menos una vez al mes para actualizar ambos mazos. Yo miro nuestros mazos cuando me preparo para nuestra reunión quincenal de liderazgo. Es la oportunidad perfecta para asegurarnos de que nuestro equipo se dirige hacia nuestra visión a largo plazo.
3. Presupuesto para gastos legales
Probablemente haya contratado a un abogado para que se encargue de los trámites de constitución de su empresa, pero es posible que no sepa lo que va a gastar realmente en honorarios legales durante el lanzamiento inicial del negocio.
Los contratos, los documentos de empleo y los manuales requerirán una revisión legal. Como mínimo, debe destinar entre 20.000 y 30.000 dólares a gastos legales, y más si tiene propiedad intelectual y piensa solicitar marcas o patentes.
Encontrar el abogado adecuado es algo más que una consideración financiera. Busque a alguien que crea en lo que está haciendo y que esté dispuesto a ayudarle durante los primeros días de su negocio. Si solo se trata de una relación transaccional, las llamadas telefónicas y las preguntas por correo electrónico se acumularán rápidamente.
La persona adecuada tratará su relación como una inversión de futuro. Haz un mapa de los servicios que necesitarás en los próximos 12 a 24 meses y llega a un acuerdo sobre lo que es y lo que no es facturable.
4. Invertir tiempo en la creación de redes
Cuando uno empieza a poner en marcha su negocio, es tentador encerrarse en una habitación y mirar el ordenador las 24 horas del día. Sin embargo, es importante recordar que no alcanzarás tus objetivos empresariales sin la red de personas adecuada.
Durante la mayor parte de mi carrera, me centré en la gente de mi sector o en personas que eran clientes potenciales. Pero cuando lancé mi negocio, empecé a contactar con viejos contactos y amigos de amigos, con cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar. Muchas de las grandes conexiones que hicimos procedían de personas que aparentemente tenían poco que ofrecer a nuestro negocio.
Te sugiero que dediques 30 minutos al menos dos veces a la semana a buscar en LinkedIn reuniones y eventos locales, a felicitar a la gente por sus nuevos trabajos y a compartir contenidos útiles. No seas tímido a la hora de conectar con personas de la comunidad local que hayan tenido éxito, aunque no trabajen en tu sector. A la mayoría de los empresarios les gusta establecer contactos y ayudar a otros a florecer.
5. Sé un sirviente, no un maestro
Las mejores cosas de la vida se consiguen sirviendo a los demás, no mandando. Rodéate de grandes personas y dales el poder de hacer grandes cosas. Elimine las posibles barreras, proporcione los recursos necesarios y ofrezca apoyo cuando lo necesiten. Si los miembros de tu equipo confían en que les cubres las espaldas, se sentirán inspirados para superar los contratiempos ocasionales en su camino hacia logros excepcionales.
La previsión, la preparación y el conocimiento del sector son factores que influyen en la rapidez con la que crecerá su nueva empresa, pero sus compañeros de equipo y su ejecución suelen marcar la diferencia entre sobrevivir y prosperar. Si te centras en potenciar a las personas que te rodean, te sorprenderá hasta dónde están dispuestas a llegar para ayudar a que tu negocio tenga éxito.