Fusiones y adquisiciones: Por qué no siempre son un éxito
La fusión de dos empresas, o la adquisición de una empresa más pequeña, suele parecer una buena idea incluso cuando las probabilidades de éxito son escasas. Los estudios demuestran que cerca de la mitad de las fusiones no tienen éxito y que el 83% ni siquiera aumentan la rentabilidad de los accionistas.
Saber por qué fracasan las fusiones y adquisiciones puede ayudarle a evitar los errores más comunes. Presta atención a estos cuatro errores mientras persigues acuerdos empresariales.
Culturas en conflicto
Las empresas, como los individuos, tienen culturas únicas que pueden chocar durante y después de una fusión. Demasiados dirigentes de empresas piensan que pueden ajustar la cultura corporativa sobre la marcha. Este enfoque suele conducir a políticas confusas y a empleados descontentos, lo que a su vez afecta a los costes de formación y a la producción. Cuando las culturas chocan, las empresas fracasan.
Las empresas pueden reducir el riesgo contratando a consultores externos que puedan revisar las culturas existentes de forma objetiva.
Moverse demasiado rápido
Las fusiones y adquisiciones llevan tiempo. Por desgracia, muchos directores generales y empresarios no quieren invertir el tiempo necesario para comprender plenamente los efectos de las operaciones comerciales. Pueden optar por actuar rápidamente porque quieren salvar a las empresas en dificultades de las dificultades financieras, pasar a otros proyectos o aparecer en los titulares. Cuando los acuerdos se mueven con demasiada rapidez, es casi imposible que los líderes empresariales tomen decisiones informadas.
Trate las fusiones y adquisiciones como las relaciones románticas. Probablemente no te casarías hasta que pasaras mucho tiempo conociendo a tu pareja. Lo mismo ocurre con las fusiones y adquisiciones. Es importante generar confianza y conocer a las empresas antes de asumir compromisos a largo plazo. Cuando los acuerdos se mueven demasiado rápido, la diligencia debida se resiente.
Duplicaciones continuas
La mayoría de las empresas dedican años a crear la infraestructura, las políticas y la clientela necesarias para obtener beneficios. Al fusionar dos empresas, todas estas características tienen que encajar. Si hay mucha duplicación tras la fusión o adquisición, es probable que la nueva empresa desperdicie recursos.
Los problemas que pueden surgir de los duplicados incluyen:
- Puestos de trabajo y de dirección
- Productos
- Políticas
- Tecnologías
- Cuentas
Una fusión exitosa debe eliminar los elementos extraños.
Demasiada deuda
Asumir la deuda necesaria para comprar una empresa de éxito puede hacer casi imposible que la nueva empresa fusionada genere beneficios.
Los directivos de las empresas suelen ver las ventajas de las fusiones y adquisiciones sin investigar a fondo cómo afectarán al futuro desventajas como el aumento de la deuda. Cargadas de nuevas deudas, muchas empresas acaban gastando demasiado dinero en intereses para reinvertir en el futuro.
La planificación de una fusión o adquisición requiere mucho tiempo. Implica una abundante investigación y reuniones aparentemente interminables. Si no está dispuesto a dedicar mucho tiempo a trazar las características del negocio, tendrá que contratar a una agencia de consultoría que haga el trabajo por usted. Por desgracia, la alternativa suele ser el fracaso.