¡Escuchen, los ángeles de los negocios cantan! Su oficina y la Navidad
Una oficina festiva no es sólo una cuestión de dinamismo. Cuando su empresa se llena de la alegría de las fiestas, permite a los clientes saber que usted está al tanto de la temporada, y eso podría ponerles de buen humor.
Con esto en mente, hemos ideado algunas maneras de encontrar la alegría festiva en su oficina.
Crear un país de las maravillas del invierno
¿Qué sería de esa sensación estacional sin unas cuantas láminas de oropel que alegren la oficina?
Incluso un tacaño estacional puede apreciar un poco de brillo extra en su lugar de trabajo. Varias empresas ofrecen plantas de oficina y decoraciones de temporada que podrían competir con la Gruta de Santa Claus.
Pero tampoco te preocupes por añadir el toque personal: convence a los empleados para que traigan sus propias decoraciones, cuelga algunas chucherías por el local y haz saber a tus clientes que estás hermanado con el Polo Norte en lo que respecta a las maravillas invernales.
Saltos y secretos
Dos acontecimientos dominan el calendario de la oficina antes de las vacaciones de Navidad: el día de los jerseys de Navidad y el amigo invisible.
Para que la gente se prepare para las vacaciones, el Día del Jumper de Navidad implica que todo el mundo (como probablemente haya adivinado) acuda con su mejor atuendo festivo y done un poco de dinero a una organización benéfica.
Pero esto no sólo es genial para la moral del personal: publica unas cuantas fotos de tu día en los canales de las redes sociales y presentarás a tu empresa como divertida, amable y dispuesta a aportar su granito de arena. Es un beneficio para las relaciones públicas.
El «amigo invisible», la extravagancia de regalos en la que los destinatarios no saben quién es su regalador, también puede ser un gran ejercicio de creación de equipos. Asegúrate de que tus empleados reciben a alguien de la oficina a quien apenas conocen: su reto será averiguar todo lo que puedan sobre él.
Clientes navideños
Como Ebenezer en la mañana de Navidad, intente aderezar a sus clientes con una selección de pasteles de carne y otras delicias festivas.
Puede que el muérdago y el vino estén fuera de lugar (cualquier mención a una canción de Cliff Richard provoca urticaria en algunas personas), pero no hay nada malo en difundir el espíritu festivo. Cuando sus clientes se pongan a trabajar en el nuevo año, tendrán en cuenta su caridad festiva.