Maneras de aplicar una actitud de entrenador personal a su negocio
Presta atención la próxima vez que vayas al gimnasio porque puede que aprendas una o dos cosas sobre cómo dirigir tu negocio.
Entendemos que hacer ejercicio puede ser lo último en lo que piensa un empresario después de una semana de 80 horas, pero los entrenadores personales y las empresas de nueva creación tienen mucho más en común de lo que se piensa. La disciplina y la dedicación son algunas de las habilidades clave que ambos comparten, junto con un deseo feroz de tener éxito.
Los entrenadores personales rebosan de energía, nunca se quedan quietos y a menudo realizan varias tareas simultáneamente. ¿Le recuerda a alguien? Así es, a menudo encontrará al empresario corriendo por la oficina tratando de completar 3 tareas a la vez o rebotando nuevas ideas en la sala de juntas.
Aquí hay 5 maneras de aplicar la actitud de un entrenador personal a su negocio.
1. Centrarse en los objetivos a largo plazo
Los entrenadores personales saben que los buenos resultados llevan tiempo. No esperan una gratificación instantánea de sus clientes y son conscientes de que la preparación física personal es un compromiso a largo plazo.
Conviértase en su propio entrenador personal de negocios, diseñe una estrategia para alcanzar sus objetivos a largo plazo. Manténgase motivado estableciendo objetivos más pequeños e hitos que debe cumplir a lo largo del camino para mantenerse en la senda. Controla tu éxito y esfuérzate por hacerlo mejor cuanto más cerca estés de lograr tu misión.
2. Identificar los puntos débiles y fuertes
El trabajo de un entrenador personal es identificar los puntos fuertes y débiles de sus clientes para asegurarse de crear el mejor programa para sus necesidades individuales. Un entrenador personal evitaría las flexiones extenuantes si reconociera que su cliente carece de fuerza en la parte superior del cuerpo.
Identifique los puntos fuertes y débiles de su empresa, marque lo que está haciendo bien y lo que necesita trabajar. El marketing y las ventas, por ejemplo, pueden estar floreciendo, pero si el desarrollo de su producto no va tan bien, tiene un claro problema. Evaluar tus capacidades te ayudará a darte cuenta de qué áreas necesitas dedicar más tiempo a mejorar, y no tengas miedo de considerar la posibilidad de subcontratar ciertos aspectos de tu negocio si tienen problemas.
3. Organización
Los fisioterapeutas se levantan al amanecer para completar un entrenamiento, siguen un riguroso plan de alimentación y elaboran detalladas rutinas de ejercicios para otras personas.
Una buena empresa debe funcionar como un reloj, todo tiene que estar planificado de antemano, con todos los aspectos de la empresa previstos. Las empresas pequeñas suelen carecer de organización, ya que varias personas se encargan de diversas funciones. Asegúrese de delegar las tareas en las personas adecuadas y de vigilar su progreso. Adelántate a tu calendario para saber exactamente qué hay que hacer y cuándo.
4. Trabajo duro
Todo lo que merece la pena requiere un trabajo duro. Imagínese a un entrenador personal, no se levantó con un six pack, sino que pasó horas trabajando en el gimnasio hasta lograr su objetivo. Los entrenadores personales siempre están buscando formas de mejorar, y lo mismo debería hacer su negocio.
Los emprendedores no son ajenos al trabajo duro, usted tuvo el valor de iniciar su propio negocio y ha estado quemando el aceite de medianoche para hacerlo un éxito. Cuando empiezas, la emoción no tiene límites, hay muchos contactos nuevos que hacer y tareas que completar, pero habrá un momento en el que la frescura de tu negocio se estancará de forma natural.
Ahora es cuando empieza realmente el trabajo duro para los emprendedores, cuando te topas con el muro en una maratón proverbial. No te rindas cuando el negocio se vuelva lento, trabaja más duro que nunca y llega a la meta.
5. Buena capacidad de comunicación
Los mejores entrenadores personales son los que se comunican abiertamente con sus clientes a lo largo de su viaje de fitness.
Las empresas están más preocupadas que nunca por la responsabilidad social corporativa (RSC), y la transparencia es una de las principales prioridades para las empresas de todo el mundo. La transparencia no es sólo una palabra de moda en RRHH. Es crucial que las empresas, independientemente de su tamaño, demuestren a sus clientes y a su personal que tienen un lado solidario. Hoy en día es demasiado fácil crearse una reputación negativa en el mundo de los negocios, así que no dé por sentada la RSC.